Recuerdos de nuestra querida Elsa

Por Graciela Armenia Martínez, Secretaria AATH: aath@aath.org.ar

 

Una mañana de este nuevo 2023, nos llegó la noticia de la desaparición física de quien fuera –esta es una sensación de quien escribe estas líneas – la primera secretaria de la AATH. Sé que hubo una anterior, pero Elsa fue “la secretaria de la AATH”.
Mujer hermosa, con su cabellera blanca y sus ojos grandes, de mirada dulce y con un dejo de sorpresa, casi infantil, tenía una forma suave y serena de ser, independientemente que cuando se enojaba, se enojaba.
La conocí por los años 2000, en las oficinas que la AATH ocupaba en calle Sarmiento. Ella trabajaba siempre con “la portátil” encendida, le gustaba mucho escuchar radio. Fue quien me traspasó el conocimiento del trabajo, y también el gran cariño que siempre sintió por la AATH.
A lo largo de los años conoció mucha gente, muchos Ingenieros e Ingenieras, que fueron convirtiéndose en grandes amigos. Algunos están, otros ya han partido.

Elsa fue una mujer de gran cultura, amante de las artes y de la belleza. Gran lectora.
Elsa fue muy querida. Cuando se jubiló se la homenajeó con un almuerzo en el Club del Progreso. Elsa estaba feliz y emocionada. Muchos socios que la conocieron y la quisieron estuvieron presentes, acompañándola.
Luego, dejó Argentina, para instalarse en Suiza, donde vive una de sus hijas y su nieto.
En la oficina queda un objeto que guardo con afecto: una calculadora Casio, solar. Aún sigue en funciones.
¡Gracias, Elsa!

Recuerdos de nuestra querida Elsa