Por Eduardo A. Castelli
Representante de Vialidad Nacional en el Subcomité IRAM de “Hormigones y sus Aplicaciones”
(ecastelli@vialidad.gob.ar)
Dentro de las Normas para hormigón fresco, resulta muy difundida y familiar la que versa sobre el asentamiento medido con el llamado “cono de Abrams”, cuyo método es idéntico de aplicar en laboratorio y obra, y que probablemente deba su popularidad a la potencia de la información que brinda, con instrumental básico y operaciones muy simples.
Entre los meses de abril y octubre de 2019, en el marco de las reuniones del Subcomité IRAM “Hormigones y sus Aplicaciones”, se trató y discutió una nueva versión de la norma, respecto de su antecesora, vigente desde 1978. Luego de 42 años, el 13 de abril pasado el Comité General de Normas aprueba la nueva versión de la norma IRAM 1536, cuyas principales modificaciones se comentan a continuación.
El campo de aplicación se ha precisado mejor, de manera acorde con las normas relacionadas aprobadas en los últimos años, y con el Reglamento CIRSOC 201:2005. Quedan excluidos los hormigones de consistencias muy seca y muy fluida, que poseen métodos específicos. Se han patentizado las tolerancias de los distintos ámbitos, según la consistencia del hormigón (Anexo A).
Respecto del instrumental, se incorpora la posibilidad de utilizar tronco de cono fabricado con ABS (acrilonitrilo butadieno estireno, por sus siglas en inglés) y se detallan para molde, varilla, cuchara y dispositivo de medición las características requeridas, medidas y tolerancias.
El procedimiento es esencialmente el mismo, agregándose notas y pautas para fomentar el correcto desempeño del operador en cada fase. El tiempo prescripto hasta la medición se ha reducido a la mitad (2,5 minutos). En un nuevo Anexo, se brindan recomendaciones prácticas para la apreciación de la trabajabilidad posteriormente al ensayo, incrementándose el valor informativo del mismo.