Nace una nueva versión de la norma IRAM 1524

Por Martín Blanchet, Instructor Técnico (martin.blanchet@cemavellaneda.com.ar), Franco Pastrengo, Instructor Técnico (franco.pastrengo@cemavellaneda.com.ar), Carlos Milanesi, Gerente Promoción y Asistencia Técnica, Cementos Avellaneda S.A. (carlos.milanesi@cemavellaneda.com.ar)

 

El 1 de octubre de 2024 entró en vigor la nueva versión de la norma IRAM 1524: “Hormigón de cemento – Preparación y curado en obra de probetas para ensayos de compresión y de tracción por compresión diametral” (IRAM, 2024).

Entre las modificaciones de fondo que se han introducido, en comparación a la versión anterior (IRAM, 2015), se destacan las siguientes:

a) Una de las modificaciones más importantes se encuentra al inicio del documento, en el apartado 1.2 Objeto y campo de aplicación, en el cual se incluye una nota aclarando que el control de recepción del hormigón debe ser realizado por personal técnico competente que demuestre su aptitud mediante un examen teórico/práctico. Desde el año 2022 (ACI, 2022), esto ya constituye una realidad en Argentina, ya que el pasado, en el mes de noviembre de 2024, se llevó a cabo la 2da Edición de la Certificación de Técnicos ACI-ICPA, a partir de la cual Cementos Avellaneda pudo incorporar dos nuevos técnicos sumando personal capacitado internacionalmente a la calidad de los servicios que ofrece.

b) Otro de los aspectos más importantes que ha sido revisado e incluido en esta nueva versión, tomando como base las normas ASTM, es la forma en que se almacenan las probetas en la cámara húmeda. La nueva versión de la norma IRAM 1524 establece que las probetas deben poseer sobre la superficie, en todo momento, una película de agua visible a simple vista (en la versión pasada sólo exigía que el porcentaje de humedad relativa ambiente sea mayor al 95%). Estudios realizados respecto a este tema, indican que, aunque se cumpla el porcentaje de humedad relativa ambiente mencionado (> 95%), la superficie de las probetas puede resultar seca (figura 1), lo que trae aparejado una disminución de la resistencia que puede ubicarse, para hormigones tipo H-30, en el orden de 3 MPa a 4 MPa, si se compara con el curado del mismo hormigón bajo agua (tabla 1).

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Figura 1. Probetas en cámara húmeda (HR > 95 %) donde se puede observar la superficie seca

Tabla 1. Resistencia de probetas provenientes de un mismo hormigón bajo distintas condiciones de curado (cámara húmeda y sumergidas en agua).

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c) En el punto 4 Instrumentos y materiales, se hace mención de la seguridad y salud de todas las personas que manipulan materiales peligrosos, haciendo hincapié en garantizar las medidas necesarias para preservar la salud del operario como así también del ambiente.

d)  En el apartado 4.1 Moldes, se agregan dos notas. La primera, especifica aquellos materiales que no pueden conformar la estructura de los moldes metálicos por generar reacciones químicas con la pasta de cemento (aluminio y magnesio). La segunda, en cuanto a moldes de un solo uso, recomienda el uso de un zuncho metálico con el fin de mantener las tolerancias en las dimensiones.

e) En el apartado 7.1 Tamaño de los moldes en función de tamaño máximo nominal del agregado grueso, se eliminaron las probetas con diámetros comprendidos entre 200 mm y 450 mm, ya que, si bien estas probetas pueden emplearse en laboratorio en algunos casos especiales (hormigón masivo), por tratarse de una norma enfocada al moldeo de probetas en obra, se considera que el control de calidad, en estos casos, se haría moldeando probetas de 15 cm x 30 cm, con hormigón tamizado.

f) En el apartado 4.3 Vibradores, se eliminó la posibilidad de vibrar las probetas con vibración externa (mesa vibrante). Para el caso de emplear vibrador de inmersión, la nueva versión exige controlar la frecuencia mínima del elemento vibrante (7000 rpm), dentro de la masa de hormigón, mediante un tacómetro de contacto u óptico.

g) En el apartado 6.2 Muestras, se aclara que las únicas muestras que se desechan son las que se emplean para la medición del contenido de aire incorporado (Washington).

h) Se corrigieron las inconsistencias del art. 6.2.1 y 6.2.5.2 Consistencias requeridas para cada método de compactación de la versión 2015. Los hormigones de consistencia seca (A ≤ 5 cm) se deben compactar mediante vibración interna, los de consistencia plástica (5 cm > A ≤ 10 cm) en forma manual o mediante vibración y los de consistencia muy plástica y fluida (10 cm > A ≤ 18 cm) en forma manual. Para el caso del hormigón autocompactante y las mezclas muy fluidas el llenado debe realizarse de una sola vez, sin compactación (esto quizás deba revisarse a futuro debido a que el hormigón muy fluido, estrictamente hablando, no es autocompactante).

i) En el apartado 7.2.6 Enrase, menciona que se debe procurar evitar que las depresiones o protuberancias de la cara superior no sean mayores a 3 mm, y se recomienda que sean menores a 1 mm si el hormigón es de clase superior a H-35 (figura 2).

 

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Figura 2. Deformaciones > 3 mm en probetas de hormigón moldeadas con moldes plásticos de mala calidad o con excesiva cantidad de usos. Izquierda: depresión, derecha: protuberancia

j) Una de las últimas modificaciones, por lo menos de las más importantes, que tiene esta nueva versión de la norma es el registro de las temperaturas máximas y mínimas a la que estuvo sometida la probeta durante su periodo de curado inicial (21 °C ± 6 °C). El curado inicial de las probetas es un aspecto muy importante para el correcto desarrollo de la resistencia del hormigón. Normalmente, las probetas moldeadas en obra se dejan en el lugar donde fueron moldeadas, sin ningún tipo de protección para evitar la pérdida de humedad y el control de la temperatura (figura 3). Una técnica que brinda buenos resultados es colocarlas dentro de una conservadora, bajo agua, cubiertas con una tapa o film plástico, colocando en su interior un termómetro de máxima y mínima, a fin de verificar que la temperatura del entorno de las probetas, durante el período de curado inicial cumple los requerimientos de la norma (figura 4). Cabe aclarar que, dentro de un recipiente cerrado como una conservadora, la hidratación del cemento puede producir un aumento importante de la temperatura del agua, por lo que en verano puede ser necesario adicionar algo de hielo al agua para disminuir este incremento. Por el contrario, en invierno, quizás sea necesario adicionar algo de agua a mayor temperatura para preservar las probetas en el intervalo de temperatura especificado por la norma.

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Figura 3. Las probetas quedan a la intemperie sin ningún tipo protección

 

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Figura 4. Manera correcta de conservar las probetas durante el periodo de curado inicial

Sin duda alguna, estas modificaciones servirán para mejorar la medición de la resistencia a compresión del hormigón y, por ende, a disminuir la desviación estándar (al reducir parte del error propio del método de ensayo), contribuyendo así a la sustentabilidad.

 

Referencias

  1. Instituto Argentino de Normalización (IRAM), Hormigón de cemento – Preparación y curado en obra de probetas para ensayos de compresión y de tracción por compresión diametral, IRAM 1524:2024, Edición 5.0, 2024-10-01
  2. Instituto Argentino de Normalización (IRAM), Hormigón de cemento – Preparación y curado en obra de probetas para ensayos de compresión y de tracción por compresión diametral, IRAM 1524:2015, Edición 4.0, 2015-09-30
  3. ACI, ACI Certification Comes to Argentina, Concrete International, Vol. 44, Issue 12, pp 18:19, 01/12/2022
Nace una nueva versión de la norma IRAM 1524