Por Horacio A. Donza hdonza@fio.unicen.edu.ar
Hola a todos, ya hace 57 años aparecí por este mundo en la ciudad de Carlos Casares. Un pequeño poblado en el oeste de la provincia de Buenos Aires. Mi padre fue, es y será carpintero, y actualmente, con 85 años sigue ejerciendo el oficio que inició a los 9. Mi madre es ama de casa y mi hermano continuó con el camino del viejo: carpintero.
Yo no seguí ese camino y a los 15 años de edad comencé mi derrotero yéndome a realizar los últimos tres años de escuela secundaria a Junín, dado que en Casares podía realizar solo los tres primeros años en la escuela técnica.
Finalizado el mismo, llegó el “bendito sorteo” para realizar la conscripción (CoLimBa), siendo agraciado con el número 856 ….. directo a la primera brigada aérea El Palomar. Y así, un 11 de enero (con la fresca) comenzó mi instrucción militar, por las pistas de la base aérea.
Transcurrió el tiempo y como mi idea era seguir estudiando, me inscribí en la Facultad de Ingeniería de Olavarría. En esa época todavía existía el examen de ingreso, pero no fue un problema porque me había estado preparando desde el último año de la secundaria. Toda la carrera fue muy amena, en una ciudad chica y con docentes muy cercanos a los alumnos.
Una vez graduado, allá por el año 1990, comencé en el laboratorio de materiales con una ayudantía en estudio y ensayo de materiales. El tema de investigación estaba relacionado con los morteros de albañilería. En ese momento, el laboratorio estaba en sus inicios y participaban del mismo como docentes Chacho Cabrera, Fabián Irassar y Viviana Rahhal.
Al principio nos dedicábamos solo a la investigación y a las clases, pero al poco andar, los servicios a terceros diversificaron totalmente las temáticas: aparecieron las rocas, los agregados, los cementos, los asfaltos, los suelos los plásticos, los aceros, etc, etc., que hicieron que cada uno de nosotros, además del tema de investigación, nos formemos un poco más en algún otro. A mí me tocó, o mejor dicho, elegí el tema “suelos”.
Hoy día, trabajo principalmente en el tema de investigación de aditivos en morteros y hormigones, soy profesor ordinario en el área de materiales y construcciones y participo en las cátedras Materiales de construcción y Geotecnia básica y aplicada (de éstas dos últimas soy el responsable).
Junto con el resto de los integrantes del área, hemos participado en muchos trabajos de asesoría y desarrollo, como por ejemplo el control de recepción de hormigones en la planta L’ Amali II, investigación y desarrollo de las arcillas calcinadas para su empleo como reemplazo del clinker en cementos, entre muchas otras.
Para despedirme, quiero agradecer a Silvina Marfil por tenerme en cuenta para este espacio y comentarles, además, que soy socio de la AATH desde hace unos 32 años, si la memoria no me falla…