Mi nombre es María, como me dicen en el pueblo, o Nieves, como me comenzaron a llamar cuando llegué a Córdoba para estudiar. Tengo 31 años y nací en Justiniano Posse, un pueblo al sudeste de Córdoba. Allí fui a un colegio técnico con orientación electromecánica, donde se comenzaron a gestar las ideas de estudiar ingeniería. En ese momento, el único sostén económico en mi familia era mi madre, que ejercía como secretaria en un estudio contable y no se le ocurría de qué forma podría mantener a dos hijas estudiando en Córdoba. Así fue que con mucho sacrificio de su parte y beca de por medio, comencé a estudiar ingeniería civil en la UNC. Al año siguiente se sumaba a la ecuación mi hermana más chica, Antonella, a estudiar diseño industrial.
Ya por el tercer año de la carrera, se escuchaba el rumor en la facu de que había un concurso de alumnos en un congreso de la AATH. No sabíamos de qué se trataba pero asistimos a la reunión informativa con el profesor de la materia Tecnología de los Materiales de Construcción, el Ing. Raúl Lopez. Había que diseñar un hormigón liviano con una resistencia a compresión al momento del ensayo de 40 MPa con la mayor relación tracción-compresión posibles y que además resultara estético. Lo vimos como una linda oportunidad para jugar con hormigón en el laboratorio de materiales. Así fue que en el congreso del 2012 de la AATH, nuestro grupo llamado “Los Raulitos” en honor a nuestro mentor, fue premiado con la mejor puntuación del concurso. De esta forma comenzaba mi orientación en la carrera hacia los materiales de construcción.
Unos meses antes de recibirme en el 2016, comencé a trabajar en una empresa industrial dedicada a la producción de premoldeados de hormigón, donde estuve 6 años y medio como Responsable de Calidad y tuve la oportunidad de crecer muchísimo profesionalmente, obteniendo experiencia en tecnología de hormigones secos vibrocomprimidos y elementos pretensados de hormigón con tecnología flowforming.
Por esos años también empecé a salir a caminar por la sierras de Córdoba haciendo trekking y me hice socia del Club Andino de Córdoba, donde para mi sorpresa, un gran número de montañistas eran ingenieros. Un patrón para analizar. Me gusta hacer salidas autogestionadas a la montaña, que es la forma de montañismo que elegí: sin ayuda, capacitándome y aprendiendo en todas las salidas con amigos. Además me encanta hacer alta montaña en la cordillera de Mendoza o por algún volcán de la puna catamarqueña.
Volviendo a la vida académica, a comienzos del 2022 sentí la necesidad de volver a la facultad cuando vi un llamado a cubrir una vacante de aspirante a adscripto en la cátedra de Tecnología de los Materiales de Construcción, donde me aceptaron y estoy desde entonces.
Y hace muy muy poquito, me ofrecieron la posibilidad de entrar a trabajar en una empresa de la cual siempre quise formar parte. Actualmente soy Supervisora de Producción y Calidad RMX en Holcim.
Hasta el momento me dediqué a profundizar mis conocimientos en control de procesos en la industria del hormigón; y a futuro me gustaría tener la posibilidad de hacer una maestría en Tecnología y Construcciones de Hormigón.
