Nota sobre el Reglamento Argentino de Tecnología del Hormigón – CIRSOC 200-2024
Por Mg. Ing. Carlos A.P. FAVA
Tal como se mencionó en este espacio en notas anteriores, el reglamento CIRSOC 200-24, siendo una concepción original de la Ingeniería Argentina, se redactó con el objetivo de establecer criterios actualizados de la tecnología del hormigón en cuanto a materiales, durabilidad, procesos constructivos y conformidad, complementando otros reglamentos vigentes. A diferencia de versiones anteriores, el CIRSOC 200-24 no limita su alcance a estructuras de edificios, sino que amplía el mismo a otras estructuras y aplicaciones del hormigón (con excepción de los diques de hormigón masivo y los pavimentos), garantizando mejores prácticas en todo el país. Asimismo es interesante resaltar que se especifican requisitos que contemplan una vida útil de las estructuras de hasta 100 años.
La estructura del reglamento, con una columna adicional donde se indican comentarios aclaratorios y/o bibliografía asociada en cada uno de los temas, facilita la comprensión y otorga una herramienta útil para que el lector amplie el conocimiento de lo tratado.
En ese marco y dentro de las actualizaciones e innovaciones respecto de la versión anterior, merecen destacarse, entre otros, dos temas vinculados con la durabilidad de las estructuras.
- Uno de ellos es la incorporación de una nueva clase de exposición que puede producir degradación en el hormigón distinta de la corrosión de armaduras. En este caso en la Tabla 2.2. se puede observar la clase Q4 (antes inexistente) que tiene en cuenta los casos donde la agresividad se origina por ataque de ácido biogénico. Esta agresión es típica en las estructuras destinadas a la conducción y/o tratamiento de líquidos cloacales, no ventiladas y que trabajan a pelo libre. Resulta importante esta novedad para el proyecto y ejecución de estructuras de carácter sanitario que en los últimos años en nuestro país han tenido un desarrollo importante con obras de gran magnitud (a modo de ejemplo se cita la obra del Sistema Riachuelo- AYSA). Por falta de normativa local en dichos proyectos hubo que recurrir a códigos y especificaciones extranjeras para atender esta problemática.
En este reglamento se ofrecen nuevas herramientas y se especifican requisitos básicos para el hormigón sometido a este ambiente. Asimismo, se advierte que se deberá demostrar que con dichos requisitos básicos y con los recubrimientos de armaduras establecidos en el Capítulo 8, se satisface la vida útil definida en el Proyecto Estructural. A tal efecto indica que se deberán utilizar modelos de predicción debidamente justificados, siendo este otro aspecto interesante incorporado al tema (en comentarios se indica bibliografía para este fin). Si los modelos de predicción demuestran que no se alcanza la vida útil especificada, se deberán adoptar requisitos complementarios. Básicamente estos requisitos complementarios se agrupan en dos opciones:
a) Aplicación de un espesor de recubrimiento de sacrificio. Este espesor adicional se debe calcular también mediante un modelo de predicción debidamente justificado.
b) Aplicación de una protección superficial adicional capaz de resistir la agresión por ataque ácido, de efectividad comprobada. Se indican, también en comentarios, los distintos tipos de recubrimientos que se pueden aplicar. - Otra innovación respecto del reglamento anterior, es el tratamiento del tema control de fisuración originada por los efectos de las contracciones restringidas debidas a cambios de temperatura y humedad (contracción térmica y por secado). El capítulo 8 aborda específicamente el mismo aportando elementos no contemplados o tratados con menor rigurosidad en versiones anteriores, y que constituyen sin duda una ayuda importante para el entendimiento y mejor control de esta problemática. Se incluyen aspectos relacionados al control mediante armadura de refuerzo y juntas.
Como primer dato innovador, se establecen las aberturas máximas admisibles en elementos estructurales construidos con hormigón simple, armado, reforzado con fibras o pretensado, que esté expuesto a problemas de i) durabilidad, ii) tenga requerimientos de impermeabilidad o III) se exijan criterios de tipo estético.Otro aspecto interesante se muestra en la Tabla 8.2 de este Capítulo 8, que indica las cuantías mínimas de armadura en función de las distancias entre juntas de expansión y de contracción total. Aplica a las estructuras que deban ser estancas a los líquidos o que sean de interés medio ambiental, y está basada en la tabla contenida en el Código ACI 350-20 “Code Requirements for Environmental Engineering Concrete Structures and Commentary”.
Queda claro entonces que según este reglamento, además de las cuantías mínimas de armadura indicadas, se recomienda que el Proyectista verifique que la abertura de fisura originada por las cargas actuantes y por los efectos de las contracciones restringidas por cambios de temperatura y humedad (contracción térmica y por secado), resulte inferior a la abertura máxima admisible. En comentarios se provee bibliografía para el cálculo mencionado.
Adicionalmente se especifican requisitos mínimos relacionados con el tipo y diseño de juntas, incorporando definiciones y detalles sobre las clases y funciones de las mismas para mejor entendimiento del lector.
Sin dar detalle de la metodología, el reglamento menciona otras medidas para el control de fisuración, tales como la utilización de hormigón de retracción compensada y de hormigón precomprimido. En la columna comentarios se informa bibliografía asociada a estos temas para su consulta.
Lo mencionado en párrafos anteriores, con la descripción general de dos aspectos actualizados respecto de la versión anterior del reglamento, representa solo un ejemplo muy acotado de las importantes modificaciones e innovaciones que se han incorporado. Por tal motivo se invita a los profesionales a su lectura completa para una mejor compresión.